Todo el mundo conoce más que de sobra a uno de los mejores juegos de rol japonés que existen, perteneciente a la saga de dicho género más famosa del mundo de los videojuegos. Cuando se pregunta qué entrega es la preferida, la cosa suele estar entre el VI, VII, IX, X y este VIII, y aunque en mi caso esta octava entrega está en segundo lugar después del séptimo, no es de extrañar en absoluto que sea el preferido de muchos.
La por aquella entonces conocida como Squaresoft tenía una difícil misión, pues Cloud y compañía habían puesto el listón muy alto, y no es que se tratase de superar el juego anterior, sino que las expectativas de los usuarios estaban demasiado altas, lo que hacía que esperasen un título como mínimo con la misma calidad, a lo que había que sumarle el inevitable hype que se había producido.